"Hace tiempo escuché una frase, no recuerdo de quién, que me resultó muy reveladora. Decía que no puedes sorprenderte de recibir siempre las mismas respuestas cuando formulas siempre las mismas, o parecidas preguntas. Siempre he admirado a esas personas capaces de formular preguntas nuevas, originales, inesperadas, de las que surgen las respuestas que acaban convirtiendo el mundo en un lugar mejor. Creo que eso es la innovación".
"La innovación ya no es solo para profesionales. Los amateurs, usando nuevas herramientas, están creando productos y paradigmas que las empresas grandes no pueden".
"La innovación es el tema central de la prosperidad económica”.
"Innovación es apreciar lo que ya existe y a la vez ser capaz de no darlo por supuesto; observar lo que a todo el mundo le parece suficiente o invariable y añadirle una mejora sutil que en seguida parece evidente pero en la que nadie había pensado: hacer que un lápiz sea exagonal, en vez de cilíndrico, para evitar que se deslice y caiga al suelo; ponerle ruedas a una maleta; descubrir que es mucho más práctica y sostenible una inteligente austeridad que el despilfarro...".
"Me gusta la idea de innovar en su acepción de hacer volver algo a su estado anterior. Me encantaría conseguirlo alguna vez. Me refiero a cuando has terminado una novela y te das cuenta de que toda la suma de impericias, voces equivocadas y opciones erradas (a veces también con hache) que has ido tomando, han malogrado la idea estupenda, inmaculada y conseguida que tenías de esa novela en la cabeza, antes de tomar el inseguro, mutante y tortuoso camino de escribirla. Sería estupendo disponer de una especie de programa de innovación (insertado no sé si en el cerebro o en las tripas) que te permitiera limpiar el error final y dejar lo escrito depurado, como al ideal principio. Podría anunciarse: Innovación, el detergente literario que nunca falla".
